AMANAC subrayó que durante el primer año de la pandemia de COVID-19, el transporte y el comercio marítimo mundial se vieron severamente afectados y presentó las estrategias que el sector marítimo-portuario implementó frente a este reto.
En la edición de agosto de Gaceta AMANAC, el organismo indicó que en medio de interrupciones en la cadena de suministro, contracción de la demanda global e incertidumbre económica, el mundo sufrió shocks tanto de oferta como de demanda.
La aparición de nuevas variantes del virus y un aumento en las infecciones en todas las regiones continuaron afectando las economías, el comercio y la logística mundial. La pandemia expuso el alto nivel de interdependencia global.
Las interrupciones a nivel local implicaron un impacto global de gran alcance, impactos que incluyen una congestión portuaria paralizante, tarifas de flete altísimas y confiabilidad del servicio en picada, indicó la AMANAC.
Como la interrupción golpeó, el transporte marítimo y los puertos tuvieron que responder y gestionar no solo las preocupaciones inmediatas planteadas por la pandemia, sino también las consideraciones a más largo plazo, mencionó la AMANAC, en particular los posibles cambios en las cadenas de suministro, patrones de globalización, hábitos de consumo y gasto y, en general, una creciente atención a la reducción de la vulnerabilidad, aumentando la sostenibilidad y la descarbonización.
En el reporte COVID-19 y el transporte marítimo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), presentó una vista general de las estrategias que el sector marítimo ha implementado para navegar a través de los mares pandémicos, indicó la Asociación Mexicana de Agentes Navieros.
Tácticas marítimas en acción
Para gestionar la capacidad frente a la reducción de la demanda, las líneas navieras revisaron sus estrategias, reconsiderando la frecuencia de sus servicios y ajustando los niveles de conectividad marítima entre países y regiones.
Los puertos de todo el mundo y otras partes interesadas del sector logístico buscaron abordar desafíos para el negocio y la continuidad operativa, mientras se mantiene la seguridad y el bienestar de los trabajadores y la población en general.
AMANAC compartió los siguientes elementos resultan cruciales al navegar la crisis de la COVID-19 en el transporte marítimo y la logística:
- Hacer uso de las recomendaciones y directivas internacionales, incluso en materia de protocolos de seguridad y salud.
- Apoyar a los trabajadores y al personal, incluso mediante la habilitación de trabajo remoto.
- Estar preparados y contar con protocolos, planes de emergencia, de continuidad operativa y de negocio.
- Facilitar y priorizar el flujo de bienes esenciales.
- Tener una capacidad organizativa adecuada, conocimientos y habilidades relevantes.
- Maximizar la cooperación entre las partes interesadas relevantes, incluidos los proveedores de servicios.
- Aprovechar las asociaciones y la colaboración internacional entre los actores de la cadena de suministro marítimo y otras partes interesadas relevantes, incluidas las autoridades gubernamentales, y garantizar una acción coordinada y concertada.
- Mejorar la conectividad del transporte interior y abordar los cuellos de botella físicos y administrativos.
- Permitir comunicaciones efectivas e implementar tecnología y soluciones digitales que reduzcan la interacción física, aceleren los procedimientos de autorización y minimicen los procesos en papel.
Reconocer la magnitud del desafío, ha permitido al sector marítimo-portuario internacional, con el apoyo de los gobiernos y las instancias internacionales, impulsar el transporte, definir estrategias globales, asegurar la implementación regional y dirigir la navegación de manera exitosa a través de esta crisis mundial, en Gaceta AMANAC continuaremos informando los avances en esta materia vital para la continuidad de nuestra labor.
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