Debido a su naturaleza perecedera, un alto porcentaje de la industria alimentaria depende en gran parte de una distribución oportuna. Por ello, el transporte es uno de los componentes fundamentales en el éxito de la cadena de suministro de alimentos.

Los comestibles son uno de los productos más difíciles de trasladar. Para que una empresa de transporte consiga despuntar como referente del mercado, tiene que respetar estrictas reglas de sanidad, pero también hay otros factores a considerar.

Las ventajas del entrenamiento

Ante todo, el transporte de comida es una carrera contra el tiempo: hay productos que pierden su valor en cuestión de días, por lo que se vuelve requisito obligatorio contar con un vehículo de carga pesada con control de temperatura.

Así mismo, es indispensable capacitar a la persona que conducirá para que domine esa tecnología incluso en casos imprevistos (como reparaciones), ya que un bajón repentino en el ambiente compromete la calidad del artículo.

También habrá que instruir a los conductores en conocimientos básicos, como ciclos de vida de los alimentos, y en condiciones externas (como niveles de oxígeno, humedad, radiación, entre otras impurezas) que podrían alterar su fecha de expiración. No es lo mismo transportar productos de origen animal que vegetal, porque cada uno requiere condiciones únicas para garantizar su consumo.   

Siempre a tiempo

La logística juega un papel importante en la preservación de la comida. Una entrega rápida y ordenada es reflejo de una adecuada gestión de la ruta desde el inicio. La empresa especificará el camino a seguir para que el producto llegue fresco, por lo que se tomarán en consideración los tiempos de descanso del chofer y circunstancias ambientales como el clima.

La tecnología es un soporte indispensable para la logística. Una de las normas de vanguardia en el transporte es el uso de telemetría, un sistema multifuncional de monitoreo en tiempo real que manda alertas si el conductor lleva algún retraso, el vehículo se queda sin combustible o la temperatura de la caja no es la adecuada para los alimentos.

Mejor equipo, mayor rendimiento

El transporte terrestre de carga no deja de ser un oficio rudo. Además de los complementos tecnológicos, un conductor necesitará optimizar el recurso de trabajo más importante: su cuerpo. El uniforme es la extensión de primera mano del cuerpo: con las prendas correctas, el margen de productividad aumentará.

Cuando se trata de durabilidad y flexibilidad al gestionar pesados cargamentos de comida, el equipo auxiliar, como los uniformes, lo es todo y marcas de ropa de trabajo como Dickies son la alternativa correcta. Por su resistencia a actividades rigurosas y la libertad que proporciona al movimiento corporal, Dickies es un sello de garantía de que el trabajador se desempeñará con resultados positivos.

En general, la gestión del traslado de alimentos es un enorme desafío. El más ligero de los descuidos podría tener efectos significativos en el estado de la comida, lo que puede traducirse en graves repercusiones para los proveedores y los consumidores. Al focalizar los puntos aquí mencionados, una compañía de transporte asegurará éxito en la industria alimentaria.