La adopción de la CURP biométrica representa un paso audaz en la modernización de los sistemas de identidad en México, pero también abre la puerta a retos tecnológicos y de protección que deben ser atendidos con rigor.
México da un salto importante hacia la digitalización plena con la reciente aprobación del decreto para la implementación de la CURP biométrica, una evolución que promete mayor precisión y agilidad en la identificación ciudadana. Sin embargo, este avance trae consigo una responsabilidad crítica: garantizar que la seguridad y privacidad de los datos personales estén blindadas frente a amenazas cada vez más sofisticadas.
IQSEC, empresa especializada en ciberseguridad e identidad digital, resalta que el éxito de esta transformación dependerá de tres pilares fundamentales:
- Seguridad robusta desde el corazón del sistema
La base de datos que alojará información biométrica debe contar con mecanismos avanzados de protección. No basta con almacenar datos; es vital implementar cifrados de última generación y segmentación inteligente que evite la correlación indebida o accesos no autorizados. Así, se fortalece la confianza en el sistema y se minimizan riesgos de fraude.
- Protección continua durante toda la experiencia digital
La CURP biométrica no es solo un registro estático, sino una identidad viva que interactúa con múltiples servicios. Por ello, cada paso —desde el alta inicial, hasta las verificaciones diarias— debe incluir controles de autenticación multifactor, monitoreo en tiempo real y protocolos adaptativos que respondan a intentos de vulneración.
- Canales seguros y confiables para el uso de la identidad
El intercambio y validación de la CURP biométrica con organismos públicos y privados debe realizarse mediante infraestructuras seguras y estándares internacionales que eviten manipulaciones o accesos ilegales. Esto es esencial para mantener la integridad y legitimidad del sistema.
Alicia Trejo, Gerente Ciber Legal en IQSEC, destaca la importancia de adoptar principios de privacidad desde el diseño, incorporando estándares globales como OpenID4VC y la norma ISO/IEC 18013-5 para licencias digitales móviles, que permiten a los usuarios tener mayor control sobre su información personal.
Además, ante la amenaza que representa la computación cuántica para la criptografía tradicional, Trejo subraya la urgencia de implementar cifrados postcuánticos, capaces de resistir ataques futuros y preservar la confidencialidad de los datos.
En un contexto donde la suplantación de identidad y la generación de deepfakes son delitos en crecimiento, IQSEC propone modelos de seguridad basados en la confianza cero (Zero Trust) y tecnologías avanzadas de detección para proteger la identidad digital de los mexicanos.
“Solo con una combinación estratégica de tecnología puntera, regulaciones claras y conciencia digital podremos garantizar que la CURP biométrica sea un motor de inclusión y seguridad para todos”, concluye Alicia Trejo.
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