La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés) anticipa, por los factores que predominan a nivel global, que esta década se va a perder en materia de comercio exterior.
En su informe sobre el comercio y el desarrollo 2023 “Crecimiento, deuda y clima: Reajuste de la arquitectura financiera mundial”, la Conferencia pide un cambio en la dirección de las políticas, incluso por parte de los principales bancos centrales e implementación de las reformas institucionales prometidas durante la crisis de la COVID-19, para evitar una década perdida.
“Es poco probable que esta tendencia se desvanezca, dadas las cada vez menores perspectivas de lograr el tipo de orden armonioso y estable necesario para cumplir los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y las metas del Acuerdo de París”.
“El hecho de que las autoridades hagan frente a estos desafíos de gobernanza en los próximos meses, determinará si el mundo evitará la recesión en 2024, que el sistema multilateral frene mayores fracturas y ponga fin a la crisis de la década actual con una salud más sólida”, anota el documento.
La institución que dirige Rebeca Grynspan propone una combinación de políticas más equilibrada de medidas fiscales, monetarias y de oferta. Se necesita coordinación entre las autoridades nacionales y supranacionales para gestionar las presiones inflacionarias y garantizar la estabilidad de precios, fomentar un entorno propicio para el crecimiento impulsado por la inversión, implementar medidas para reducir las disparidades de ingresos, mejorar los salarios reales y reforzar los sistemas de protección social.
Garantizar la sostenibilidad financiera a largo plazo es clave y el papel de los bancos centrales debe ampliarse más allá de las metas de inflación para incluir un enfoque más amplio en la sostenibilidad económica a largo plazo, añade.
En el caso de México, específicamente, señala que al igual que Malasia, se está beneficiando de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Explicó que el país pudo haber visto una oportunidad de inversión en nuevas instalaciones, infraestructura comercial o facilitación del comercio y la inversión, o alternativamente, porque pudo haber disfrutado de mejores condiciones de reasignación de crédito.
“Es importante destacar que la importante diversidad de las economías beneficiadas sugiere que las reformas e instituciones específicas de cada país pueden ser determinantes clave para impulsar la respuesta de las exportaciones de los países en esta nueva era de globalización pospandémica”, apunta.
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