Para 1925, año en que Ford se creó en México, la compañía ya contaba con cerca de 50 distribuidores en el país. A la par de la inauguración de la primera planta de Ford en México en San Lázaro, en 1926, se realizó la primera convención de distribuidores de la marca, un evento memorable celebrado en la planta alta de la Casa de los Azulejos, en el corazón de la Ciudad de México.

Fue en este evento en donde donde se sentó una premisa: los distribuidores eran y siguen siendo el pilar fundamental de la compañía. Este reconocimiento ha trascendido el tiempo. En el aniversario 100 de Ford de México, la compañía mantiene su agradecimiento a aquellos que recorrieron el camino antes de que la empresa se instalara en el país.

Después de este prometedor inicio, diversos acontecimientos históricos, como la crisis económica de 1929 y la Segunda Guerra Mundial, pusieron a prueba a los emprendedores de la época. ¿El secreto de su permanencia? La robusta relación con Ford y el carácter predominantemente familiar de sus empresas, que les proporcionaba una visión estratégica a largo plazo en lugar de centrarse en las ganancias inmediatas.

Esta mentalidad enfocada en el futuro no solo fortaleció la estabilidad financiera de la red de concesionarias, sino que también cultivó una profunda conexión y confianza con sus clientes. La agilidad y la capacidad de adaptación que poseen estas compañías demostraron ser claves en un mercado donde el cambio y los desafíos son constantes.

“La presencia de distribuidores de automóviles en México se remonta a más de un siglo, la historia de la Asociación Mexicana de Distribuidores Ford (AMDF) es un poco más más joven, pero muy particular. Su origen es el resultado de décadas de dedicación, logros significativos y la superación de notables desafíos”, Lucien Pinto, presidente y CEO de Ford de México, Puerto Rico, Centroamérica y el Caribe

Hoy, los éxitos de la AMDF son un referente para otras asociaciones automotrices, ¿quieres saber por qué?

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Los tiempos de la posguerra marcaron el inicio de una nueva era de institucionalización para los distribuidores. En 1945 se fundó la Asociación de Distribuidores de Automóviles y, cinco años después, se constituyó el Consejo Nacional de Distribuidores Ford y Lincoln-Mercury, el cual sentó las bases para crear lo que hoy conocemos como la Asociación Mexicana de Distribuidores Ford.

La AMDF se creó para establecer una línea de comunicación más cercana con la empresa y concentrar la voz de la red de distribuidores en una sola institución, la cual sirve como medio para crear y poner en marcha estrategias comerciales conjuntas.

Un claro ejemplo de su influencia sucedió en la convención de 1958. Durante el encuentro, los participantes comentaron la necesidad de eliminar el contrabando de vehículos, que en ese momento ascendía a más de 70 mil unidades. Estos automóviles, además de representar una competencia desleal, perjudicaban a las empresas que cumplían con sus compromisos legales. La presión ejercida por la AMDF logró que el gobierno tomara cartas en el asunto.

“La asociación ha llevado a cabo un trabajo excepcional. Es la institución que se ha tomado como modelo para casi todas las asociaciones de marcas en México y en Estados Unidos, pues Ford Motor Company hizo suyos algunos de los sistemas que utilizamos. Los comités de trabajo de los distribuidores, tan solo por dar un ejemplo, están alineados con los comités de Ford, lo cual nos permite perseguir los mismos objetivos e ideales con una métrica precisa”, dijo Miguel Antonio Zapata Guízar, vicepresidente de la AMDF.

El compromiso de la AMDF es una fuerza viva que se mantiene y se robustece con el tiempo. Gracias a esta sólida alianza, Ford ha podido alcanzar la excelencia en el servicio al cliente y liderar valiosas iniciativas de responsabilidad social, como el reconocido programa de Escuelas Ford.

De cara al futuro, José Carlos Rivera, presidente de la AMDF, explica: “Los retos para la Asociación son claros. Tenemos que continuar adaptándonos a este nuevo mercado automotriz que es mucho más competitivo, así como digitalizar más la forma de trabajo y hacerla mucho más tecnológica”.

En la celebración por los 100 años de Ford en México, la compañía visibiliza las sólidas raíces de la AMDF y sus experiencias de resiliencia que la proyectan para seguir construyendo su rica historia y adaptarse con éxito a los nuevos paradigmas de la industria automotriz.

Texto basado en el libro del centenario de Ford de México: José Luis Trueba Lara, Ford de México, 1925-2025 (El Equilibrista, México, 2025).


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