Los avances tecnológicos en México hacia la conducción autónoma se han detenido en los últimos cinco años, pero a nivel global el progreso de los vehículos y buques con estas características también han sido lentos.

En el transporte marítimo, se había mencionado desde 2015 que iba a tener más dinamismo, porque ahí se habían advertido menos obstáculos en comparación con las carreteras y los camiones.

Sin embargo, fue hasta mayo de 2022, cuando se realizó una prueba de importancia en esta carrera hacia la autonomía.

Del Freeport en la costa sur de Estados Unidos en el Golfo de México zarpó en mayo de 2022 un buque autónomo que transportaba gas, pasó por el Canal de Panamá y llegó a Corea del Sur, luego de 33 días. De este trayecto, la mitad fue con los sistemas de autonomía.

Los retos de los sistemas de conducción autónoma son diversos, desde los sistemas de radares, sensores y cámaras, de los vehículos, la transmisión de datos en tiempo real, la infraestructura de calidad y preparada con dispositivos tecnológicos que también compartan información a las unidades, supervisión satelital o remota.

Además se tiene que contar con la regulación apropiada para su desarrollo y tiene que enfrentar los retos que los ambientalistas colocan, especialmente en las unidades particulares, al oponerse a la movilización individual de las personas.

También está el caso de los usuarios de transporte de personas con discapacidad que ven las deshumanización como un freno a la inclusión, y en el caso de los sectores de mercancías, ya sea camiones o buques, el obstáculo de los sindicatos ante los riesgos que esto genera para las plantillas laborales.

Estos factores ya los están visualizando países como Noruega, Estados Unidos, Finlandia, quienes están a la cabeza en esta carrera.

Desde su punto de vista, el desarrollo e implementación de esta tecnología puede dejar más beneficios en cuanto a reducción de costos energéticos y sobre todo de mano de obra, pero debe combinarse con el uso de transporte eléctrico, dejando atrás la combustión interna.

Los vehículos autónomos eléctricos podrían ahorrar a las empresas gastos importantes en mano de obra y en contaminación en general al no requerir que los colaboradores se trasladen a las instalaciones portuarias, además en embarcaciones, los espacios para comodidades para personal se reducirían.

En un informe de la Organización Marítima Internacional de noviembre de 2022, se expuso que el comité de seguridad avanzaba en la elaboración de objetivos sobre la regulación de los Buques Marítimos Autónomos de Superficie (MASS, por sus siglas en inglés).

“El objetivo es adoptar un Código MASS no obligatorio basado en metas que entrarán en vigor en 2025 y que servirá de base para un Código MASS obligatorio basado en objetivos, cuya entrada en vigor está prevista para el 1 de enero de 2028”, expuso.

Específicamente en el caso de México, no se ha avanzado nada en regulación para autos autónomos, y más allá de eso, tampoco en el desarrollo de infraestructura o comunicaciones en vialidades, ni si quiera forma parte de planes a largo plazo.

Lo anterior pese a que la propia Marina Armada de México ya había advertido los retos en 2018.

“El futuro del transporte marítimo se presenta como un tema extremadamente interesante al saber que tiene muchos años por delante, pues el buque seguirá siendo el medio de transporte más económico y eficiente, y la demanda de mercancías no dejará de existir.

“La globalización seguirá siendo la línea a seguir, potencializada por el intercambio comercial a través del mar independientemente de las ideologías políticas de los países, solo a través de este sistema es que se puede tener acceso a los bienes del mundo, pues bien es sabido que ningún país es autosuficiente para cubrir sus necesidades”, explicó el Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México.

El gobierno de México incluso está batallando internamente por avanzar en una regulación que permita el avance de autos eléctricos, pero el sector privado ha señalado que no ha otorgado señales claras, ni incentivos fiscales y no fiscales para que el auge comience en el país.

“Contra todo lo que se pueda argumentar, el futuro del comercio marítimo se dirige a campos altamente sofisticados, la invasión tecnológica es inevitable y continuará creciendo.

“En un futuro no muy lejano los sistemas de control de un buque e inclusive otros vehículos de transporte serán completamente automatizados. Queda en el aire el caso particular de los buques por la ausencia de tripulaciones, que seguirá siendo un fuerte detractor del concepto de autonomía total en un mundo donde el 70 por ciento es agua”, concluyó el informe del Instituto en 2018.

Carreteras, con más avances

A nivel mundial, el desarrollo de vehículos autónomos se ha dado más en unidades particulares, como son los esfuerzos de Chevrolet o de Tesla, por mencionar un par y solo en algunas ciudades de Estados Unidos.

En las unidades de carga el estado de Texas ya ha sido ejemplo de algunos servicios de tractocamiones autónomos, pero de forma experimental.

En México, tampoco hay avances en esto. De hecho, se ha señalado que la calidad de las autopistas de cuota, las carreteras libres de peaje, vialidades estatales, y calles o avenidas, de responsabilidad municipal ha decaído en el último lustro.

Esto ante la disminución de recursos públicos, pese a más recaudación federal, incremento de impuestos generales o relacionados con verificaciones o tenencias de autos.

Expertos señalan que para que haya un desarrollo pleno de conducción autónoma, primero se debe mejorar la infraestructura o de lo contrario, bacheo, mantenimiento, falta de señalización, vandalismo, puede hacer que la deshumanización se vuelva algo peligroso en la convivencia en la vida real.


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