Realidad aumentada, el contexto: La realidad virtual, VR por sus siglas en inglés, es ya una herramienta popular que ha demostrado a los usuarios una nueva forma de sumergirse en el mundo digital y crear una experiencia de interacción sin importar el sitio donde uno esté presente. Aunque no ha estado a la altura de su profundo potencial, tan solo en el año de la pandemia, más de 26 millones de personas a nivel global contaban con gafas de VR.
La realidad virtual, VR por sus siglas en inglés, es ya una herramienta popular que ha demostrado a los usuarios una nueva forma de sumergirse en el mundo digital y crear una experiencia de interacción sin importar el sitio donde uno esté presente. Aunque no ha estado a la altura de su profundo potencial, tan solo en el año de la pandemia, más de 26 millones de personas a nivel global contaban con gafas de VR.
Las estadísticas demuestran que esta tecnología está dando pasos agigantados, y su futuro próximo es fascinante de contemplar. Cada vez más, está presente en diferentes esferas de la vida, de ahí que las empresas se encuentren aprovechando con entusiasmo las oportunidades que puede ofrecer, como la realidad aumentada.
Recientemente a esta era tecnológica se le unió el metaverso, un término que se refiere a una red de mundos virtuales en donde las personas pueden interactuar, hacer negocios y forjar conexiones sociales. Para vivir dicha realidad inmersiva de forma completa, es necesario contar con un sistema sofisticado que logre estimular los sentidos, como los lentes con visor 3D. De esto se trata la realidad aumentada.
La introducción de una novedosa película termoplástica de la empresa química Covestro está superando los límites de las tecnologías ópticas, logrando realizar un innovador dispositivo de imagen de próxima generación. Tal material presenta características altamente personalizables en cuanto al soporte sobre el que se aplica, y en cuanto al grosor y el rendimiento holográfico.
Una aplicación especialmente única es la posibilidad de superponer información cambiante en el borde del vidrio de los lentes, lo que convierte las ayudas visuales ordinarias en gafas de datos inteligentes. Permitiendo, por ejemplo, que los usuarios se puedan comunicar con médicos a distancia para obtener diagnósticos o respuestas inmediatas, durante urgencias o problemas de movilidad.
Pero no solo se queda ahí, dichas películas holográficas tienen el potencial de ampliar las fronteras de lo que es posible en la iluminación del automóvil en cuanto a los HUDs (Head Up Displays, un sistema que proyecta información) en la próxima década, ya que su brillo suele verse limitado por la luz exterior y por su reducido tamaño de pantalla.
Con la innovadora solución de Covestro es posible crear HUDs de realidad aumentada, integrándola dentro del parabrisas del coche, así la luz puede dirigirse eficientemente hacia el espectador, logrando imágenes más grandes con un espacio mínimo para el proyector, esto además con ahorro de energía.
La realidad aumentada sumerge a los usuarios en un entorno interactivo del mundo real, y los nuevos elementos ópticos holográficos hacen posible innovadoras soluciones en múltiples aplicaciones, ya que cumplen con los estrictos requisitos ópticos y mecánicos para una experiencia integral de los usuarios.
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