La OMI instó a los Estados miembros a aprovechar la oportunidad para establecer objetivos audaces y ambiciosos cuando adopten una estrategia inicial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo internacional.

Estamos en un momento en el que el mundo espera que los Estados miembros de la OMI presenten una visión clara como primera etapa de la hoja de ruta aprobada.

Existen 7 direcciones estratégicas que apuntan hacia procesos de implementación y elaboración de normas más efectivas mediante la integración de tecnología nueva y avanzada para responder a los desafíos, entre otros, indicó la OMI, para aumentar la seguridad de los buques, incluido el abordaje de nuevas tecnologías emergentes como buques autónomos, contribución a combatir el cambio climático, participar en la gobernanza de los océanos, mitigar los delitos cibernéticos y facilitar el comercio internacional, sin dejar de tener debidamente en cuenta el factor humano, indicó la Organización Marítima Internacional (IMO por sus siglas en inglés).

La disrupción digital llegará al mundo del transporte marítimo muy pronto; lo cual significa que el marco regulatorio para el transporte marítimo debe basarse firmemente en objetivos y funciones en lugar de soluciones prescriptivas, indicó la OMI.

OMI sostiene que en la era de la digitalización y, a nivel de las Naciones Unidas, se deben evaluar temas fronterizos que incluyen tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y los beneficios que podrían tener en la sociedad en su conjunto y seguir siendo relevantes.

“Para la OMI, necesitamos tener un análisis más detallado y profundo de las estadísticas y los datos para que podamos comprender realmente las tendencias subyacentes y los factores causales detrás de las víctimas del transporte marítimo; y debemos asegurarnos de que las adiciones y modificaciones al marco regulatorio también se basen, siempre que sea posible, en estadísticas, estudios y análisis relevantes. Esto allanaría el camino para una mejor regulación, que no solo tenga en cuenta el trabajo realizado para reducir las cargas administrativas, sino para evitar requisitos desproporcionados, así como para abordar los obsoletos e innecesarios”.


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