OCDE amplifica el papel de los astilleros en la industria marítima

La construcción exitosa de astilleros depende en gran medida de los insumos suministrados por otras industrias, indicó la OCDE. Aproximadamente del 70 al 80% del valor de producción final de buques se genera a través de las cadenas de suministro.

Si bien en el pasado los astilleros solían ser responsables de la producción de la mayoría de los equipos, hoy en día el abastecimiento cubre casi todas las fases realizadas en la construcción naval, lo que da como resultado el desarrollo de los llamados "astilleros de ensamblaje", sostuvo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En consecuencia, la cadena de suministro de la construcción naval se puede subdividir en varios segmentos: astilleros, proveedores de componentes y de materiales (como acero y metales) y subcontratistas que brindan diferentes tipos de servicios. Los fabricantes de equipos marinos son una parte clave de los proveedores de componentes marítimos.

La cadena productiva de la construcción naval se caracteriza por una distribución de estructura piramidal. Dado el gran número de empresas que abastecen a la industria de la construcción naval, su cadena de valor es muy compleja, con muchos más proveedores y subcontratistas de primer nivel que en otras industrias, indicó la OCDE.

Mientras que en la industria automotriz y aeroespacial los fabricantes se concentran progresivamente en “proveedores de plataforma” con menos de 500 a ese nivel, los astilleros trabajan directamente con un número mucho mayor de proveedores y subcontratistas, subrayó la OCDE.

Los astilleros adquieren componentes marinos (incluido el equipo) de varios proveedores nacionales ('abastecimiento nacional') y proveedores extranjeros ('importaciones').

Este uso sustancial de insumos externos por parte de los astilleros se refleja en el hecho de que la mayor parte del valor agregado de un barco lo crean los proveedores y no los propios astilleros, explicó la OCDE. Los proveedores marítimos pueden abastecer directamente a los astilleros nacionales o exportar a empresas extranjeras, ofreciendo así bienes y servicios para el mercado mundial además de la producción nacional.