La economía digital sigue transformando el panorama mundial, impulsada por el rápido crecimiento de la tecnología y el comercio electrónico.

  • En 2023, los envíos anuales de smartphones superaron los 1,200 millones, duplicándose desde 2010.
  • Los dispositivos del Internet de las cosas (IoT) se proyectan aumentar 2.5 veces, alcanzando los 39 mil millones para 2029.
  • En términos de comercio electrónico, las ventas empresariales crecieron cerca del 60% entre 2016 y 2022, alcanzando los 27 billones de dólares en 43 países que representan tres cuartas partes del PIB global.

Un crecimiento con un alto costo ambiental

El auge de la economía digital implica un uso intensivo de recursos:

  • La producción de una computadora de dos kilogramos requiere 800 kilogramos de materias primas.
  • Un smartphone, desde su fabricación hasta su desecho, consume alrededor de 70 kilogramos de recursos.

El impacto ambiental es especialmente severo durante la fase de producción, responsable de aproximadamente el 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de un smartphone. Sin embargo, el daño ambiental se extiende a lo largo de todo el ciclo de vida de los dispositivos y la infraestructura TIC (tecnologías de la información y comunicación), incluyendo actividades como el comercio electrónico, indicó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en su reporte de economía digital 2024.

Residuos digitales y emisiones en aumento

El desecho de dispositivos electrónicos crece más rápido que las tasas de recolección:

  • Los residuos de pantallas y pequeños equipos informáticos aumentaron un 30% entre 2010 y 2022, alcanzando 10.5 millones de toneladas.
  • Su disposición inadecuada provoca contaminación y riesgos para la salud y el medio ambiente.

Además, la demanda de transmisión, procesamiento y almacenamiento de datos está incrementando las emisiones, impulsada por tecnologías como blockchain, inteligencia artificial, redes móviles 5G e IoT. El sector TIC emitió entre 0.69 y 1.6 gigatoneladas de CO2 equivalente en 2020, representando del 1.5% al 3.2% de las emisiones globales de GEI.

Un llamado a la acción

Enfrentar estos desafíos requiere esfuerzos coordinados:

  • Reformas en políticas públicas.
  • Innovaciones tecnológicas.
  • Participación activa de todos los actores: formuladores de políticas, empresas y consumidores.

Es necesario avanzar hacia modelos de negocio más circulares, cadenas logísticas más eficientes energéticamente, empaques sostenibles y patrones de consumo responsables.

La economía digital debe evolucionar hacia un modelo más sostenible para garantizar un futuro equilibrado entre el progreso tecnológico y la protección del medio ambiente.


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