La creciente rivalidad comercial entre Estados Unidos y China tendrá un impacto directo en los consumidores y en el comercio internacional, lejos de fortalecer el libre mercado o detonar el crecimiento económico, advirtió Aribel Contreras Suárez, coordinadora del programa Global Business de la Universidad Iberoamericana.

La especialista explicó que el endurecimiento de las políticas arancelarias entre ambas potencias está generando distorsiones en las cadenas globales de suministro, encareciendo productos y afectando a economías altamente integradas al comercio exterior, como la mexicana. En este contexto, señaló que México enfrenta un escenario particularmente complejo tras la aprobación de reformas a la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación.

Estas modificaciones elevan hasta en 50% los aranceles a más de mil 400 fracciones arancelarias de productos originarios de China, Corea del Sur e India, una medida que, si bien se ha justificado como un impulso a industrias nacionales estratégicas, también introduce riesgos para la competitividad, la logística y el consumo interno.

Aranceles y señales contradictorias al comercio exterior

Contreras Suárez advirtió que estas acciones responden a una lógica neoproteccionista que no sólo afecta a China, sino que impacta a otros países con los que México no tiene acuerdos comerciales, enviando señales de incertidumbre en un momento clave para la política comercial del país.

“Los motores ya están encendidos rumbo a la revisión del T-MEC en 2026, y estas decisiones han encendido las alertas en embajadas, casas de gobierno y ministerios de comercio exterior, que perciben un posible trato discriminatorio hacia sus productos en el mercado mexicano”, afirmó.

La experta subrayó que México debe navegar en medio de una confrontación geoeconómica, geotecnológica y geoespacial entre EE.UU. y China, cuyas repercusiones se reflejan en el comercio global, el transporte internacional y las decisiones de inversión de las empresas.

Impacto en precios y cadenas de suministro

Uno de los efectos más visibles de este entorno será el incremento de precios para los consumidores finales. La analista explicó que los aranceles pagados en aduanas suelen trasladarse a lo largo de la cadena logística, elevando los costos de importación y, eventualmente, los precios en anaquel.

“Los consumidores en México terminarán pagando un sobreprecio. Aunque se argumenta que estas medidas buscan fortalecer sectores como el textil o el calzado, el impacto inmediato será un encarecimiento de productos y presiones adicionales sobre el consumo interno”, señaló.

Riesgos para la inversión y la estabilidad económica

Contreras Suárez enfatizó que México debe equilibrar su política comercial y diplomática sin comprometer la economía interna ni frenar la inversión extranjera directa, especialmente en un contexto de alta volatilidad global.

Finalmente, consideró que la diplomacia coercitiva de Estados Unidos será una constante en los próximos años, aunque ya comienza a generar desgaste político interno, reflejado en una baja aprobación del presidente Donald Trump.

“Es un escenario de alta tensión, donde las decisiones económicas se están volviendo cada vez más difíciles de controlar, tanto dentro de EE.UU. como en el resto del mundo”, concluyó.


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