Internet. La población cada vez está más concienciada sobre el impacto medioambiental que tienen nuestras acciones. Muchos buscan reducir su huella de carbono intentando comprar productos locales o desplazándose en transporte público.
Sin embargo, aunque existe mucha información sobre cuánto contaminan algunas industrias como la del automóvil o el fast fashion, hay algo que la mayoría de la población usa cada día y desconoce cómo de contaminante es: el internet.
¿Sabías que un 4% de las emisiones de gases efecto invernadero provienen de las actividades relacionadas con el internet? Esto equivale a la contaminación que genera el sector de la aviación, uno de los más contaminantes del planeta.
¿Por qué contamina tanto usar internet?
Para nosotros es fácil ver cómo contaminan aquellas cosas físicas, cómo los transportes o los productos que compramos. Pero en el caso de internet nos cuesta saber qué es lo que contamina.
La contaminación del internet proviene principalmente de la energía necesaria para hacer funcionar toda la infraestructura. Y el principal problema es que normalmente esta energía proviene de plantas de carbón y de centrales nucleares.
Podríamos decir que la contaminación de internet proviene principalmente de 3 fuentes:
1- Los centros de datos que almacenan y alojan páginas webs y todos sus archivos. Esto es lo que más energía consume de todo el sector. Además, cada vez existen más datos en la ”nube” y se prevé que estos sigan creciendo.
2- Todas las redes de acceso que se necesitan las compañías de internet para que este funcione: las antenas y el cableado necesario también tiene un coste ambiental de producción y mantenimiento.
3- Los equipos que usan los usuarios para acceder a internet. Nuestros dispositivos móviles, ordenadores, tablets o televisores tienen una huella digital. Tanto en su fabricación como en su uso, ya que necesitan de energía para funcionar. Cuanto menor sea el dispositivo, menor será su consumo.
¿Sabes lo que contaminan tus acciones más cotidianas?
Simples acciones como enviar un mail, visitar una página web o ver un vídeo en youtube generan gases contaminantes. Aunque el impacto por cada acción sea relativamente pequeño, son acciones que se realizan millones de veces al día, por lo que acaban teniendo un gran impacto.
Huella de carbono de enviar un mail
Según los estudios, enviar un mail genera entre 1 y 50 gramos de CO2, siendo los mails con archivos e imágenes los que contaminan más. Teniendo en cuenta que diariamente se envían unos 100.000 millones de mails, al día se acaban produciendo entre 100 y 5.000 kg de CO2 solo por el envío de mails.
Impacto ambiental de visualizar una web
Cómo hemos explicado antes, visualizar una web implica que el usuario debe usar un dispositivo para entrar a internet y solicitar acceso a los datos almacenados en la “nube”. Es por eso que visitar una web también genera una huella de carbono. En este caso se estima que por cada segundo que visualizamos una web se producen entre 20 y 300 mg de CO2. Al igual que en el caso del mail, cuantos más elementos visuales contenga la web mayor será la contaminación, ya que se deberán acceder a más datos almacenados.
Considerando que el usuario medio de internet de todo el mundo pasa 6 horas y 43 minutos diarios en internet, la huella de carbono de la visualización de webs es de las más importantes dentro del sector.
Contaminación producida por el streaming
Los vídeos en streaming son otra de las grandes fuentes de contaminación de la industria. Se estima que ver una hora de vídeo en streaming produce 55 gramos de CO2. Para entender el impacto global del streaming, tenemos que tener en cuenta los siguientes datos:
- Diariamente se reproducen 1.000 millones de horas en Youtube
- En las plataformas de streaming más populares como Netflix o Amazon Prime Video, se visualizan 2.000 millones de horas diarias.
Solo con el contenido que los usuarios ven en streaming, se estima que se producen 110.000 toneladas de CO2 al día.
De hecho, se realizó un estudio sobre la contaminación que había generado la visualización de algunas series de Netflix, basándose en el número de visualizaciones y la duración de sus episodios. Los resultados fueron los siguientes:
¿Cómo podemos reducir nuestra huella de carbono en internet?
Después de analizar estos datos, vemos que la contaminación generada en internet está más relacionada con el número de veces que se realiza una acción que con el impacto de la acción en sí.
Por ejemplo, en el caso del mail cada uno genera solo entre 1 y 50 gramos de CO2. Pero, ¿cuantos mails enviamos y recibimos al día? ¿Y al año? Y si además tenemos en cuenta que somos más de 5.000 millones de usuarios de internet en todo el mundo, el impacto de esta pequeña acción se multiplica.
Por eso, las medidas que proponen los expertos tienen que ver con hacer pequeñas acciones que sumadas entre millones de personas, marquen la diferencia. Estas son algunas de las recomendaciones para ser más sostenibles en internet:
1- Eliminar aquellos documentos e imágenes en la “nube” que no usemos, reduciendo así los datos a almacenar en estos centros.
2- Borrar mensajes de correo electrónico antiguos.
3- Desinstalar apps y programas que no se utilizan.
4- Si usamos algún archivo recurrentemente, es preferible descargarlo en vez de acceder a él en línea continuamente.
5- Realizar búsquedas de texto y no en vídeo, que requieren más datos y por tanto son más contaminantes.
Además de estas medidas que pueden tomar los usuarios, las empresas también deberán tomar la iniciativa para reducir el impacto de la industria. Es fundamental que decidan usar energía renovable para poder hacer sostenible medioambientalmente su modelo de negocio.
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