El avance del nearshoring continúa impulsando el uso del ferrocarril en México, donde la ampliación de la infraestructura y el crecimiento del modelo intermodal están generando un papel más relevante para este modo de transporte. Así lo expuso José María Aja, principal de Kearney México, al presentar el estudio Mexico’s Nearshoring & State of Logistics 2025.

Durante su exposición, destacó que el intermodal se ha convertido en un elemento estratégico para agilizar el traslado de mercancías, especialmente en corredores con alta integración comercial como la frontera con Estados Unidos. Añadió que uno de los objetivos del sector es aumentar su capacidad mediante esquemas de apalancamiento financiero que permitan fortalecer la oferta ferroviaria ante la creciente demanda.

Tendencias del movimiento ferroviario

El reporte de Kearney señala que en 2024 el ferrocarril movilizó 132.7 millones de toneladas, un incremento de 0.9% respecto al año previo. El tráfico internacional mostró un desempeño todavía mejor, con un crecimiento de 2.2% y 96 millones de toneladas transportadas.

Sin embargo, el movimiento interno registró una contracción de 2.3%, al sumar 36.7 millones de toneladas, lo que refleja contrastes en la dinámica operativa del país.

Ingresos presionados por mayores costos

Los ingresos del sector ferroviario avanzaron 4.1% interanual y alcanzaron 89.3 mil millones de pesos en 2024. No obstante, los costos operativos crecieron a un ritmo mayor, 5.4%, ubicándose en 52.5 mil millones de pesos. Este diferencial redujo ligeramente la rentabilidad general del segmento.

El estudio también destaca la expansión de la red ferroviaria mexicana, que sumó 1,132 kilómetros durante el año, impulsada principalmente por obras como el Tren Maya. De igual forma, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) avanza como un proyecto clave para fortalecer la conexión entre los litorales del Pacífico y el Golfo.

La seguridad, un freno persistente

La encuesta realizada a empresas de diversos sectores confirma que la seguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones para los inversionistas. Los participantes señalaron que los costos adicionales derivados de medidas preventivas, monitoreo y ajustes operativos representan un obstáculo para la expansión logística y comercial.

“La inseguridad obliga a las compañías a destinar recursos cada vez mayores para proteger sus operaciones, lo que afecta su competitividad”, advierte el análisis.

En este sentido, Omar Troncoso, director general de Kearney México, llamó a los tres niveles de gobierno a reforzar la atención a la inseguridad y mejorar el marco regulatorio para preservar el atractivo del país como destino de inversión extranjera.


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