Diciembre es un mes de alto dinamismo comercial, tanto en el plano físico como en el digital. En un país en el que más de un 54% de la población ya adquiere bienes o servicios en línea, el último mes del año se destaca por la intención de compra de regalos y los eventos que enmarcan al cierre de año, como los intercambios navideños en centros de trabajo y familiares.

Es por lo anterior que se trata de un mes en el que, para el comercio de retail, la elección de un proveedor logístico que brinde un servicio personalizado y que no solo entienda la importancia de las entregas, sino de la presentación de los paquetes, se vuelve una necesidad clave.

Desde la perspectiva de Mail Boxes Etc no basta con entregar a tiempo y en buen estado, hoy la eficiencia y la personalización en el embalaje, la envoltura y el empaque son el punto de inflexión que hace la diferencia entre una experiencia de compra que es positiva de principio a fin o un cliente insatisfecho, incluso pese a que la venta se haya realizado con éxito.

"Las tiendas en línea tienen muy dominados los procesos de user experience dentro de sus plataformas digitales y saben cómo hacer fácil, amigable y sencilla la compra en sus apps. Si todo ese proceso que va 'viento en popa' y que tiene al cliente satisfecho no se "corona" con una entrega personalizada entonces podríamos ver cómo todos los esfuerzos y la inversión por ofrecer una experiencia satisfactoria se desmoronan con un paquete dañado o impresentable en las manos del cliente. El empaque y embalaje de calidad, que protege a la mercancía y que incluso lleva consigo un mensaje personalizado, funge como el último detalle para cerrar una gran experiencia de compra", explica Ilan Epelbaum, director general de Mail Boxes Etc.

¿Cuál es el impacto del empaque personalizado?

Primero que nada los comercios deben saber que su servicio logístico y de paquetería debe estar acorde a su presupuesto, tiempos de entrega y ubicaciones. Dichos datos son esenciales para elegir a un proveedor adecuado y la forma más sencilla de verificar esa información, para comparar a los diversos proveedores, es acudir con un fourth party logistics (4PL) Este tipo de empresas, mediante una plataforma digital, permiten tener mayor visibilidad y punto de comparación de entre sus aliados.

Además de los aspectos anteriores, se debe procurar que dicho proveedor cuente con un servicio de embalaje personalizado. Este aspecto no es simple estética superficial, sino que es reflejo del cuidado, profesionalismo y la atención puestos en el paquete. En un mundo donde la individualidad es cada vez más apreciada, el embalaje personalizado se convierte en un gesto que va más allá de la presentación.

Es importante señalar que existe una conexión emocional generada por el embalaje personalizado. Si un comercio elige a un proveedor que entrega en cajas y empaques genéricos todos los productos por igual, entonces no podrá ofrecer la experiencia de enviar y recibir paquetes meticulosamente envueltos, un aspecto que fortalece los lazos no solo entre el comprador y el receptor final del regalo, sino incluso del consumidor con la marca.

Encontrar un proveedor logístico que ofrezca esta experiencia única no solo es un diferenciador en el competitivo mundo del comercio, sino también una estrategia inteligente para destacar en la saturada época de regalos. Un 4PL no solo cuenta con la capacidad de encontrar al socio adecuado sino que, al contar con infraestructura propia tanto de almacenamiento y vehículos de transporte, se posiciona como un facilitador de dicha personalización, ofreciendo no solo eficiencia en la entrega, sino también un toque distintivo que transforma los paquetes en una obra de arte efímera.

Hoy día la atención al detalle y la personalización son la clave para destacar, razón por la que la elección del embalaje, envoltura y empaque se vuelve trascendental. Por eso los comercios deben acudir a un proveedor logístico que no solo simplifique el proceso de entrega, sino que también transforma el acto de recibir un regalo en una experiencia memorable. En este diciembre, más que nunca, la verdadera magia de la temporada radica no solo en el regalo en sí, sino en el cuidado y la atención depositados en cada detalle de su presentación.


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