La naviera danesa Maersk anunció que no prevé trasladar a sus clientes el impacto derivado de los nuevos gravámenes portuarios impuestos por Estados Unidos a embarcaciones construidas y operadas por empresas chinas. Tampoco contempla excluir a los astilleros de ese país en futuras órdenes de construcción de buques.
Silvia Ding, presidenta de Maersk para China, explicó que solo el 10% de su flota se verá directamente afectada por estos aranceles, que entrarán en vigor en octubre próximo. Señaló que la compañía continuará evaluando criterios técnicos y financieros para la toma de decisiones relacionadas con nuevas órdenes de construcción, sin limitarse por el país de origen de los astilleros.
La ejecutiva enfatizó que Maersk mantiene su compromiso con la eficiencia operativa global, priorizando la continuidad del servicio, la resiliencia de su red y la competitividad logística, incluso ante un entorno geopolítico desafiante. Añadió que la empresa apuesta por una estrategia de largo plazo que incluye diversificación de su cadena de suministro y una sólida presencia en Asia.
En línea con esta visión, Maersk también continúa fortaleciendo su presencia en China a través de inversiones clave. Un ejemplo de ello es el nuevo centro logístico en Lingang, Shanghái, que iniciará operaciones en el cuarto trimestre de 2025.
Esta instalación, que representa una inversión de 174 millones de dólares y abarca una superficie de 14,700 metros cuadrados, integrará funciones de almacenamiento, importación, exportación y distribución regional, en apoyo a clientes de sectores como manufactura, electrónica y comercio electrónico. Con este desarrollo, Maersk busca optimizar los flujos logísticos dentro y fuera de China, y adaptarse con agilidad a los cambios en el comercio internacional.
MSC mantiene su capacidad de respuesta
En este contexto, Mediterranean Shipping Company (MSC) también reportó avances en su estrategia de adaptación ante las recientes disrupciones del mercado global.
La naviera con sede en Ginebra destacó que ha mantenido su capacidad de respuesta mediante el rediseño de su red de servicios. Desde febrero, MSC opera una nueva red este-oeste fuera de alianzas tradicionales, lo que le ha otorgado mayor autonomía y flexibilidad para ajustar rutas y frecuencias en función de la demanda.
La compañía señaló que esta medida le permite reaccionar con mayor rapidez ante eventos geopolíticos, cambios estacionales y variaciones en los patrones de consumo, reforzando su posición como líder en conectividad y capacidad operativa a escala global.
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